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miércoles, 1 de febrero de 2023

La hacienda municipal: Arrendamientos:
El horno y la panadería.


Es conocido que los ingresos fundamentales de lo que puede considerarse hacienda municipal consistían, además de las utilidades del molino oleario, algo más del 70% de los ingresos totales, en las creces que se cobraban por la prestación del grano del Monte Pío, el producto del abasto de carnes, arrendamientos de hornos, panadería, mesón y taberna y la producción de materiales para la construcción como la cal, la teja y el ladrillo.

El horno

Si en un artículo anterior relataba los acuerdos celebrados para el arrendamiento de carnes, voy a ocuparme ahora del producto fundamental en la alimentación humana de todos los tiempos: el pan.
 
Como ya se ha dicho en otro lugar, sabemos, por escritura del año 1263, en la que la Orden de Calatrava por medio de su maestre, hace concesión a la villa de Alcañiz y aldeas, entre ellas Valdealgorfa, de ciertas prerrogativas, entre ellas la facultad de construir hornos y molinos y expresamente se dice que “en Valjunquera, Valdealgorfa, la Torrecilla y La Codoñera, donde no hay hornos con cargamento y cada cual cuece el pan en su casa libremente, queremos que sigan como usaron hasta hoy”.

Pero, ciertamente, la construcción y licencia pasó a ser prerrogativa de los municipios y, en nuestro pueblo, la tuvo Alcañiz hasta el momento de la Concordia o sea que para la construcción del edificio del horno era necesaria la autorización del concejo alcañizano.

martes, 1 de noviembre de 2022

La hacienda municipal: Arrendamientos:
El suministro de la carne (1784-1798)


Uno de los procedimientos para conseguir recursos destinados a la economía municipal era el arriendo de las carnes para la alimentación de la comunidad, aspecto que, considerándose esencial, quedaba bajo la responsabilidad del municipio prestándolo por sí mismo o por medio de un arrendatario.

Para ello, como era costumbre, se sacaba a subasta por el procedimiento de “candela muerta” y, en el caso de que no hubiera postor, el servicio era prestado directamente por el por el propio ayuntamiento.

Instrumentos de la carnicería
Dos eran los aspectos que comprendían este arrendamiento cada uno con su particular actividad: el carnicero y el cortante. El carnicero se ocupaba de la alimentación y cuidado del ganado que había de constituir el suministro y el cortante el de la matanza, despiece y manipulación de la carne hasta la llegada al consumidor.

Veamos, a continuación los aspectos más relevantes de cada uno de los contratos:

Año 1798 (Documento reutilizado para el año 1803)
4 de febrero
Capitulacion y pactos con la que los Señores del Ayuntamiento del lugar de Valdealgorfa arriendan las carnecerias de dicho lugar por el tiempo, precio y condiciones siguientes
= Primeramente es condicion que el presente Arrendamiento haya de durar y dure por tiempo de tres años…

sábado, 1 de enero de 2022

La hacienda municipal en el siglo XVIII (I)
Ingresos y gastos

 


A partir de la introducción en España de la dinastía borbónica y la supresión de los fueros aragoneses, Felipe V, tomó diversas medidas tendentes a unificar las haciendas locales aragonesas y equipararlas a las castellanas.

Antiguo Mesón

Todo ello culmina en la Real Instrucción de 30 de julio de 1760 tendente a sanear y racionalizar las haciendas concejiles y, según la cual, además de otros asuntos, se estipula la creación para cada municipio de un reglamento de ingresos y gastos, si quiere presupuesto, que no podía ser sobrepasado bajo ningún concepto.

Los municipios, con sus haciendas o base económica controladas y mermadas por la acción estatal, pierden la gestión global de sus recursos y funciones, al prestar menores y peores servicios a los vecinos, y se sitúan a un paso de la pérdida de lo poco que les quedaba de autonomía(1).

A lo largo del tiempo, particularmente en Valdealgorfa a partir de la Concordia aprobada en 1629, los municipios contaron con fuentes de ingresos propias destinadas a cubrir sus numerosas obligaciones y gastos. Entre ellos, los ayuntamientos debían atender a la conservación de las propiedades del concejo como calles y edificios (molino, fuentes, graneros…) o habían de sufragar gastos corrientes como los generados por la instrucción pública, maestro de primeras letras, la sanidad (médico, boticario, veterinario…), oficios varios (cortante, dulero…), policía (guardas del municipio y de montes), y, como no, los derivados de celebraciones públicas, fiestas patronales, toros, etc.