El coscojo, Quercus coccifera L., es otra de las plantas omnipresentes en nuestro término municipal. Especie propia de terrenos secos y soleados, pertenece a la familia de las Fagáceas, representada aquí por tres especies pertenecientes a un único género, Quercus, el mismo al que pertenecen el haya, el castaño, la carrasca y el roble.
La primera parte de su nombre científico, Quercus, hace referencia al nombre que los romanos daban al roble, aunque proviene del celta, de cuya misma familia forma parte y la segunda, coccifera, a una cochinilla o chinche (coccum) que se encuentra frecuentemente en esta planta, de la que antiguamente se obtenía un colorante rojizo, el carmesí, por lo que literalmente su nombre significa “roble portador de cochinillas”.
Se trata de un arbusto leñoso que puede alcanzar más de dos metros de altura, de hojas persistentes, coriáceas, dentado-espinosas, verde oscuras por el haz y verde amarillentas por el envés. Sus frutos, las bellotas, son de color castaño cuando están maduras, insertas en una cúpula o especie de dedal con escamas espinescentes.