La especie vegetal que hoy nos ocupa y que tiene como nombre científico el de Rhamnus alaternus L. recibe, en nuestro pueblo, el nombre común y popular de coscollina o carrasquilla, haciendo referencia al parecido de sus hojas con las del coscojo o la carrasca. Pardo Sastrón le llamaba mesto, nombre que todavía se usa en algunas partes catalanoparlantes. En Aragón también recibe los nombres de alitierno, abitierno o mermasangres. En el resto de España la denominación más común y generalizada es la de aladierno.
Su nombre fue tomado del griego rhamnos (ράμνος) = espino, nombre de varios arbustos espinosos. Alaternus, procedente del latín, es el propio nombre de esta planta, el aladierno. Se dice que Linneo se valió de la asonancia con alternus = alterno, refiriéndose a las hojas alternas de la especie.
Esta planta dioica, con pies masculinos y femeninos, es una especie de arbusto leñoso, rara vez un arbolillo, que puede medir hasta más de dos o tres metros de altura. Las hojas son más o menos coriáceas, perennes,