Proceso a instancia de Antonio Miravete y Puch, familiar del Santo Oficio del lugar de Valdealgorfa, contra Sebastián Ripol, vecino de dicho lugar, por intento de agresión (1612)1.
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| Portada del proceso |
El proceso se presenta a instancias de Antonio Miravet y Puch, también llamado Antonio Puch, el constructor de la casa, hoy mal llamada “palacio del barón de Andilla”, agricultor, probablemente el vecino con mayor patrimonio de la localidad, con permiso de los Ardid.
Como acusado Sebastián Ripol, también vecino de Valdealgorfa al que se tilda en el proceso de “hombre de mala fama vida y costumbres jurador blasfemo ladron y que por robar a un hombre lo mato y cometio adulterio a una muger por lo qual mediante sentencia por los juezes seculares esta condenado a muerte y hazer quartos y lo dicho es verdad publica y notoria en dicho lugar y otras partes y dello es la voz comun y fama publica”.
“Por el mes de otubre del año de mill seiscientos y once que por ser a la saçon tiempo de calabazas, estando el dicho Aantonio Puch paseando con otros vezinos deste lugar en una calle que se llama el Calliço de los Salvadores, Sebastian Ripol, con mucha colera y enojo, se llego al dicho Antonio Puch y le dijo que quien le avia dicho que su hermano le había hurtado las calavaças y el dicho Puch con mucha modestia le dijo que para que lo queria saber, que bastava que a el se lo avian dicho y el dicho Ripol dijo: ¡boto a dios que me a de decir quien se lo a dicho! a lo qual el dicho Puch, con todo sosiego, le dijo que no lo avia de dicir; y replicandole que se lo avia de decir le dijo dicho Puch: ¿pues vos soys ombre para hacer que yo lo diga si no quiero? a lo qual el dicho Ripol dijo con los mismos botos y juramentos que el era ombre para hacerselo decir y mas ombre que el y que saliese fuera del lugar y se lo haria decir; y procurando el dicho Puch eximirse del, con mucha paciencia, diciendo que no podia decir quien le avia dicho lo que esta referido, el dicho Sebastian Ripol, con colera y animo determinado, echo mano a un puñal o daga que llebaba en la cinta y le desnudo y arremetio contra el dicho Antonio Puche y al parecer del testigo le matara si no estubieran presentes algunos que se abraçaron con el dicho Ripol; y despues de pasado esto, el dicho Puch dijo que le fuesen testigos de lo que avia pasado y del como no le avia dado causa para ello, a lo qual dicho Ripol començo a decir que no se le dava nada del dicho puch, ni de su familiatura, y pisando el polvo decia: por vos ni por buestra familiatura no se me da esto que piso y boto a dios que si por la Inquisicion se que haceys alguna deligencia por la qual me benga daño de valor de una aguja que os he de quemar dentro de buestra casa, lo qual dijo y repetio muchas beces con muchos juramentos y botos que escandaliçaba los presentes, porque todo eran cavecas, higados, cuerpos de dios y votos tales, y desde el dicho tiempo a esta parte este testigo a entendido por muy cierto entre muchos vezinos deste lugar que el dicho Sebastian Ripol y su hermano y otros bandoleros que con ellos an andado procuran y an procurado de matar al dicho Antonio Puch y le tienen odio y enemigo capital y esto es lo que save y responde”.
En su defensa, Ripol dice que él no desenfundó el cuchillo para atacar a Miravet sino que lo sacó para defenderse porque Miravet, en medio de los insultos, “se vino acia este y entendiendo que le queria matar hecho mano a un puñal que llevava para defenderse y no con animo de matarle”.
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| Firma del notario Juan Thomas Ardit |
En cualquier caso se dice en el texto que estando Ripol “condenado a muerte, a ser arrastrado y a hacerle cuartos” por el caso citado en el proceso visto en un artículo anterior, había quedado en libertad por una deficiente actuación del justicia y jurados de Alcañiz que le permitieron volver a su casa, de lo cual los de Valdealgorfa dieron parte al Rey en su memorial para conseguir la segregación de Alcañiz. Cuando el gobernador de Aragón y Jueces de la Audiencia pidieron el proceso a los de Alcañiz, aquellos les contestaron que lo habían perdido por lo que se mandó encarcelar al justicia alcañizano que posteriormente saldría bajo fianzas para “substanciar de nuevo lo mejor que pueda de nuevo el proceso”.
En tanto estaba en el pueblo con permiso dado por la Inquisición, se le juzgó por ausencia en otro proceso por asesinato en la villa de Híjar, por el que se le condenó también a muerte.
En diciembre de 1613, Antonio Miravet y Puch, por medio de su procurador, pide autorización para hacer letras e informar “que la parte contraria a crebantado la carçeleria que por este Santo Oficio tenia y esta fuera del Reino”.
Parece ser que el dicho Ripol desapareció y no volvió a tenerse noticia...
Al menos que se sepa….
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1)
Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. Proceso inquisitorial de Antonio
Miravet y Puch contra Sebastián Ripol (1612)
