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En este blog puedes encontrar información sobre diferentes temas relacionados con Valdealgorfa: historia, cultura, medio natural, o cualquier otro que pueda ser considerado de interés.

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miércoles, 20 de junio de 2018

Valdealgorfa de la A a la Z
Etimología u origen de algunas palabras
(Nuestro léxico: Cej-Ciz)
(VIII)


Cejo: Nublado sobre el horizonte a la puesta de sol. Es del mismo origen que ceja, del latín cilium, de significado similar.

Celigarda (Hacer la): Enredar, hacer soserías. Llover poco e intermitentemente impidiendo realizar labo­res en el campo. Lluvia helada, capa fina de nieve o mucho rocío. Cosa de textura blanda. Como se ve es palabra de múltiples y diversas acepciones pero de composición y etimología desconocida. Podría ser que tuviera el mismo origen que cellisca, de un verbo cellar = con sentido de azotar?

Celinpuga: Prenda de vestir desastrada y de poco abri­go. Trapo viejo. Es deformación del nombre de un tejido medieval llamado filimpua, palabra derivada del latín filum = hilo y pugia = púa, tal vez por tratarse de un tejido realizado con el hilado de las hebras que quedan entre las púas del cardador.

Cepos
Ceñar: Hacer señas o guiños. Dice el diccionario que esta palabra viene del latín tardío cinnus = señal que se hace con los ojos.

Cepo: Torpe, lerdo. Esta palabra es una abreviada de ceporro, nombre que significa exactamente cepa de la vid que por vieja e improductiva se arranca para alimentar el fuego. Viene del latín cippus = estaca, leño, por extensión tronco.

Cepos: Trampas para pájaros. Es palabra común en Español, pero lo que quiero traer aquí es la expresión “Parar los cepos” = Colocar esta clase de trampas, que en otras partes sería poner o plantar los cepos. Parar es palabra que deriva del latín parare = preparar, ni de ponere = poner, ni de plantare = plantar.

domingo, 10 de junio de 2018

Las orquídeas de Valdealgorfa



Cuando hablamos de orquídeas pensamos en esas maravillosas plantas que nos asombran por su belleza, como si sólo crecieran en las selvas amazónicas. Su familia, las Orchidaceae en general, está integrada por casi 850 géneros y más de 30.000 especies que se encuentran distribuidas por todo el globo, sobre todo en zonas tropicales.

Pero estas plantas no son exclusivas de esas lejanas regiones del mundo y pueden encontrarse en casi cualquier parte, excepto en los desiertos extremos. En España podemos encontrar 90 especies diferentes reunidas en 25 géneros y en nuestro territorio, que no es diferente al resto, están representadas por tres géneros que agrupan 7 especies diferentes: Anacamptis una, Limodorum otra, y Ophrys cinco.

Dos ejemplares de Ophrys scolopax 
Dejando aparte sus particularidades botánicas descriptivas, que pueden consultarse en otras partes(1), me voy a centrar en un aspecto poco conocido y a la vez determinante para la continuidad de estas especies: su polinización y fecundación es un aspecto particular y diferencial de este grupo de plantas.

viernes, 1 de junio de 2018

Valdealgorfa entra en la historia. El privilegio de 1263


Aunque, como se sabe, el nombre de nuestro pueblo es de origen claramente árabe, esto no quiere decir que existiera como unidad poblacional durante los tiempos del dominio musulmán. Al contrario, parece que aun tratándose de un lugar que reúne las mejores condiciones de habitabilidad, no lo estuvo, al menos con carácter continuo y estable, hasta tiempos posteriores a la repoblación de Alcañiz.

Durante los tiempos inmediatos a la reconquista, tras la consecuente carta de población y mientras la villa fue “Alcañiz de la Frontera”, la inseguridad en la comarca era evidente. Los nuevos pobladores comenzaron a ocupar las tierras más próximas al castillo extendiéndose como una mancha de aceite hacia zonas más alejadas pero siempre razonablemente próximas a la protección que les brindaba la milicia, en este caso la Orden de Calatrava.

De esta manera, fue necesario esperar hasta que las posiciones cristianas en el Bajo Aragón estuvieron consolidadas y tuvieron éxito los nuevos llamamientos de pobladores, para que las incipientes aldeas fueran tomando fuerza.

Pinturas medievales del castillo de Alcañiz

viernes, 18 de mayo de 2018

VALDEALGORFA. El origen de su nombre-


Hoy vuelvo sobre el asunto de la toponimia local, aspecto que ya traté en una de mis publicaciones anteriores(1), y en concreto sobre el origen del nombre de nuestro pueblo, que, a mi modo de ver, se remonta a tiempos anteriores a los árabes e incluso a la conquista romana. También, como puede entenderse, el razonamiento no es más que una mera especulación y que, a falta de otros datos, siempre quedará en terreno de una mera hipótesis.

Ciertamente, nuestro pueblo apareció nombrado tempranamente en los primeros documentos, escasos, que se generaron en cuanto el territorio fue reconquistado a los musulmanes. El nombre, en su forma árabe Al-gurfa o Al-gorfa, significa sobrado, silo, cámara alta, o granero y la palabra, en su origen, no admite discusiones: sin duda es árabe y por ello, continuaba S. Pardo(2), "parece que siempre debió llamarse como hoy le llamamos, Valdealgorfa", cuestión indiscutible si nuestro pueblo hubiera nacido durante los tiempos de dominación sarracena.

Valdealgorfa, espacio de las fuentes

Claramente, el nombre, ya lo encontraron formado los primeros repobladores cristianos que continuaron llamándolo con su apelativo árabe, pero... ¿fue invención de las gentes del Islam? ... ¿Podría haber tenido un nombre anterior?... Nuestro historiador repitió: "La reunión en uno, de los dos valles que lo flanquean, tomó por su fertilidad, más abajo de donde está situado, el nombre de Val del Or, y de aquí la tradición bastante autorizada de que en un tiempo se llamó Valdeloro;...... Solo el valle de los dos formado, conserva todavía el nombre algo alterado de Val de Los".

jueves, 10 de mayo de 2018

Mayo: el mes de las flores



Mayo, por excelencia, siempre ha sido y es el mes de las flores. Hasta ahora, pasado ya el invierno, las plantas todavía adormecidas en su ciclo vegetativo, se han mantenido sin manifestarnos toda su hermosura y esplendor. Apenas algunas, las menos tímidas, nos han mostrado sus flores y nos han hecho intuir que el buen tiempo despierta el medio natural.

Pero como este no es un artículo literario ni poético ni tampoco estrictamente científico, me quiero centrar hoy en distinguir, de una manera sencilla y que cualquiera pueda entender, aquellas familias a las que pertenecen nuestras plantas o, al menos, aquellas que nos llaman más la atención en estos días en los que se multiplican nuestros paseos.


Las plantas, al igual que cualquier otro ser vivo, se agrupan en familias, géneros y especies, que nos ayudan a su identificación y clasificación, siguiendo unos criterios o características uniformes que hacen que, en general, podamos agruparlas y adscribirlas a unos determinados grupos.

Estos grandes grupos, las familias, aglutinan a aquellos ejemplares que reúnen unas características comunes y que, en la mayor parte de las ocasiones, hacen que podamos encasillarlos de un primer golpe de vista.