Este conflicto franco-español se enmarca dentro de la denominada Guerra de los Treinta años (1618-1648) que enfrentó a las principales potencias europeas. Francia, que no era parte beligerante desde el principio, tras la victorias de las tropas españolas y del Sacro Imperio Romano Germánico sobre las suecas en la batalla de Nördlingen, decide intervenir intentando debilitar la posición del Imperio o de la propia España, actuando directamente y declarando la guerra a España el 19 de marzo de 1635.
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Felipe IV (Velazquez, 1635) |
Según las estimaciones realizadas por entonces, una quinta parte de la población aragonesa era francesa en el último cuarto del siglo XVI, una cuarta parte a principios del XVII y hasta un tercio en el momento que nos ocupa. A partir de aquí, como consecuencia de la guerra y la toma de medidas drásticas por parte de la corte, la población franca en el reino comenzará a disminuir.