En la cartelería que nos informa a la entrada del pueblo de los monumentos y servicios que tenemos en la localidad, vemos, entre los primeros, la Iglesia, el Convento y la casa-palacio del Barón de Andilla.
Ya en alguna otra ocasión he mostrado mi oposición a que ésta última reciba ese nombre, pues con ello arrebatamos a los promotores reales su autoría y desposeemos al edificio de parte de su historia.
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| La Casa de los Puch, en Valdealgorfa |
Digamos que fue Antonio Miravet y Puig, uno de los adalides de la independencia del pueblo, a decir de Pardo(1), quien la levantó en los últimos años del siglo XVI. Fue su familia, los Puch, la heredera y poseedora de ella hasta que por cuestiones de enlaces matrimoniales pasó a la familia Garcés unida después por otro negocio matrimonial con la de los barones de Andilla.
Pero, veamos en detalle estas alianzas:
Es suficiente con comenzar nuestra historia diciendo que, por un lado, en 1741, contrajeron matrimonio D. Juan Llorens Valles con Dª Rosalía Rivera Diez, Baronesa de Andilla por herencia de su madre(2).
De este matrimonio nació, en 1736, Dª Rosalía Llorens Rivera que heredaría a su vez el título de Baronesa de Andilla de su madre.
Por otra parte, la familia Garcés, era una linajuda familia turolense uno de cuyos antiquísimos miembros fue Juan Diego Garcés de Marcilla, protagonista de la leyenda de los “Amantes de Teruel”. Entre los familiares podemos encontrar, además, jueces, consejeros reales, alcaldes y militares.
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| La casa de los Puch en el S. XVII (maqueta de Vicente Martí) |
Ya en el siglo XVIII, D. Lorenzo Garcés de Marcilla Asensio casó con María Antonia Puig de Orfila, de Alcañiz, a lo que parece heredera de la antigua familia de los Puig de Valdealgorfa, alumbrando este matrimonio un hijo, D. Francisco de Paula Garcés de Marcilla y Puig de Orfila, titular de la casa en 1782, según los libros de catastro del archivo municipal de Valdealgorfa.
Este último había contraído matrimonio, a mediados del siglo XVIII (¿1757?) con la ya nombrada descendiente de los Barones de Andilla, Dª Rosalía Llorens Rivera, heredera del citado título nobiliario.
Uno de los hijos de esta unión, D. Pedro de Alcántara Garcés de Marcilla Llorens, nacido en 1762, fue el heredero tanto de la casa de los Puig (Puch), en Valdealgorfa, al fallecimiento de su padre, como del título de Barón de Andilla a la muerte de su madre, en 1807, quedando ligado de esta manera el inmueble de Valdealgorfa al el título de la baronía.
Fue D. Pedro famoso durante la Guerra de la Independencia, en la que vino a servir por ciertas circunstancias en el ejército francés en 1809. En 1812 fue nombrado por el mariscal Suchet Coronel Inspector del Cuerpo de Gendarmes y Fusileros, emigrando a Francia al año siguiente, como otros muchos tildados de afrancesados, y muriendo en Nimes sin descendencia no mucho después, en 1816.
Entre tanto, en 1814, se había publicado una resolución judicial en la que el juez letrado de Alcañiz le comunicaba al alcalde de Valdealgorfa que “…por hallarse en el Servicio Militar con el Enemigo… se ordena el embargo y sequestro de bienes, pertenecientes a D. Pedro Garces de Marcilla, Varon de Andilla, que posee dentro del territorio de dho pueblo…”.
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| La casa de los Puch tras su restauración (S.XXI) |
Posteriormente, y gracias a los diferentes reales decretos de amnistía para los afrancesados exiliados (el definitivo fue el de las Cortes de 26 de septiembre de 1820), máxime cuando parte de las familias nobiliarias permanecían en España y gozaban de alta consideración, los bienes confiscados fueron recuperados por sus familiares (tengamos en cuenta que D. Antonio Garcés de Marcilla y Llorens, nacido en Alcañiz, heredero de la baronía al fallecimiento de su hermano, fue comandante militar de Castellón de 1820 a 1822, y después Capitán General de Valencia (1822), durante el Trienio Liberal, aunque parece ser que pasó varios años en prisión a cuenta de su actuación como Comandante General de Valencia en el juicio y ejecución del general realista Francisco Javier Elío, que primero los liberales y después los absolutistas, por uno u otros motivos, consideraron punible).
Hace algo más de cien años, pasó a manos de D. José María Agud Ruiz (Bolas), al igual que el resto de la hacienda, por compra a la Baronesa de Andilla, Manuela Garcés de Marcilla Guardiola, nieta de Antonio.
Así, debemos tener en cuenta que este linaje, no tuvo incidencia directa en la construcción ni ocupó la mal llamada casa-palacio del Barón de Andilla, ya que jamás tuvo aquí su residencia.
Propongo que, en adelante, se le denomine como realmente corresponde y nos refiramos a ella como la “Casa de los Puch”, nombre que se le debería haber dado desde un principio.
Tome nota quien pueda proceder.
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(1) Pardo Sastrón, S. “Apuntes históricos de Valdealgorfa….”
, pág. 175.
(2) Me refiero a Dª ROSALIA RIVERA de Aguirre y DIEZ
Girón de Rebolledo, que heredó el título de Baronesa de Andilla de su madre Dª
ROSALIA DIEZ Girón de Rebolledo.
