El Ayuntamiento de Valdealgorfa o la casa de la Cofradía (I). Capitulación de la fachada

 

La construcción del actual Ayuntamiento de Valdealgorfa forma parte del amplio proceso de reforma o reedificación de las antiguas casas de las cofradías locales, embrión de los modernos concejos y ayuntamientos posteriores, transformación que tiene lugar en las últimas décadas del siglo XVI y principios del XVII.

Las aldeas de Alcañiz, dependientes de la villa a efectos de justicia y administración, no recibían las atenciones mínimas e indispensables como ciudadanos ni mucho menos recibían fondos para destinar a obras y servicios comunales. En las pequeñas aldeas o barrios dependientes, tuvieron que ser ese tipo de cofradías o asociaciones las que dieran esas coberturas, ejerciendo como auténticas municipalidades. En Valdealgorfa, la antigua cofradía de San Martín y Santa María Magdalena, se encargaba de todos estos asuntos atendiendo obras, servicios y previsión social, construyendo o reparando el molino, las fuentes, empedrando calles, manteniendo la iglesia y concurriendo a los oficios divinos, prestando dinero o grano para la siembra, manteniendo el hospital para pobres, asistiendo a enfermos o dando sepultura a los muertos.

Llegados a este punto, debemos acudir de nuevo a nuestro historiador local, D. Salvador Pardo, para seguir al punto lo que indica en su otras veces mencionada obra: “Hermandad de tanta importancia, por su representación y por los intereses que manejaba, no era regular tratara sus asuntos en casa prestada y así es que ya desde 1531 fecha sus acuerdos en la suya propia”⁽¹⁾.

Ocupaba esta casa el mismo lugar que el actual edificio del Ayuntamiento, si bien bastante más pequeña, con entrada también por la actual calle del Estudio y desde entonces llamada de la Cofradía.

En este estado las cosas, habiendo tomado la Cofradía una gran importancia en la organización municipal y el natural incremento de la población, así como cierta bonanza económica, llegado el año 1601 tomaron la decisión de reedificarla y ampliarla. 

El 20 de mayo de este año se firma la capitulación correspondiente indicando que la obra debe quedar terminada dentro de ese mismo año. En documento notarial se pactan las condiciones para la ejecución de la obra, que en esencia son las siguientes⁽²⁾:

“Pº la delantera desde la cantonada de frente la casa de Miralles asta cassa de Hieronimo Esteban y a de ser de sillares picados…y por la parte de adentro de mamposteria…

Ittem quatro ventanas en el patin y una en el rellano de la escalera. Las quatro an de tener quatro palmos en quadro y la del rellano ha de tener cinco palmos de ancho y seis de alto con su losa y basa y lindar en piedra(3).

Ittem quatro ventanas en lo alto de seis palmos de ancho y siete de alto, con su basa y moldura a la redonda y losa encima; y que pase una cornisa de cabo a cabo a papo de paloma muy bien hecho; y todo hazer y assentar a voluntad del prior y maiordombres, y bancos de dentro y fuera y la ancharia de las lossas de dichos bancos han de tener dos palmos.

Ittem la altaria de la paret a de tener en alto quarenta y dos palmos y de la tierra abajo una bara, que será todo quarenta y seis palmos. A de tener la paret de gorderia tres palmos.

Ittem se les dara al pie de la obra la calcina solamente y agua arena y lo demas como es derribar [o] abrir los suelos á sus costas.

Ittem se a de hazer el portal grande y hancho de vuelta a contento de ministros, y las piedras de dicho portal tallantadas y por todo agosto se a de dar hecha con fianças… Y si por todo agosto no se da hecha tenga de pena mil sueldos.

Ittem las pagas an de ser al principio, al medio y al final, iguales…

Ittem todo el aljez y manobra que sobrare se reserbe y se aia de dar en toda la obra la perficion que aia menester mas las piedras del portal an de tener seis palmos de alto las que fueren para la vuelta.

Quedaba por concluir y concertar la construcción del alero, que, como era costumbre, se hacía aparte. La capitulación o condiciones para su ejecución no han llegado hasta nosotros pero sabemos que se hizo porque, entre las condiciones estipuladas para la Casa de Antón Miravet y Puig, hoy llamada indebidamente del barón de Andilla, se decía que “aya de hacer dicha obra de la manera que esta concertada la de la Cofradia tanto por tanto, es a saber baras por baras, de manera que si es de diez baras por diez y si es beinte por veinte; por el precio que esta concertado el de la Cofradía y es ciento y vente escudos"⁽⁴⁾.

Desde que el pueblo tuvo jurados propios y gozó de la deseada autonomía en 1624, la cofradía permitió las reuniones del Ayuntamiento en su propia casa, situación que “no tardó mucho tiempo en dar en el inconveniente de tener sesión simultánea. Para remediar esta dificultad, se dispuso que fuera preferida la corporación municipal, en atención á la mayor urgencia de sus negocios”⁽⁵⁾

En 1703 se determinó abrir una puerta en la iglesia que le diera salida a la calle de la Cofradía, hoy del Estudio. Para esta obra se tomó parte del patio de la casa que quedó reducido a las dimensiones que tiene actualmente. La puerta se renovó en 1802 y quedó tal como hoy la vemos.

Al ser declarada casa municipal o de Ayuntamiento, se evitó que la Casa de la Cofradía fuera vendida en subasta pública, como el resto de los declarados bienes nacionales, dentro de los procesos de desamortización del siglo XIX.

Por último, en los años ochenta del siglo XX se atendió a la reforma integral del edificio y reposición del alero, desaparecido hacía muchos años, a imitación de los restos que quedaban del de la casa de Antón Miravet, para quedar definitivamente tal como hoy lo vemos.

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(1) Pardo Sastrón, Salvador. Apuntes históricos de Valdealgorfa…Bilbao 1883, pág. 28. Aunque ya lo hacía antes de 1530 según puede leerse en los protocolos de Antón Miravet Reg. 2007, 1529-1530, f.160v-161v.

(2) AHPA. Gerónimo Ardit, 1601, fol. 313 y ss.

(3) La disposición original de la escalera fue cambiada cien años más tarde al hacer la obra de la iglesia, según se estipula en las capitulaciones. Las dimensiones de las ventanas, no coincidentes con las actuales, debieron modificarse durante la marcha de la obra.

(4) AHPA. Gerónimo Ardit. 1601. fol.313. En la reciente restauración de la Casa de Miravet no se ha diseñado el alero como era el original, con ménsulas talladas a base de acantos y con rosetones entre ellas. Aún el actual del Ayuntamiento, copia del original conservado en la Casa de Miravet, es de mucha menor riqueza ornamental, con menor relieve en sus motivos que el antiguo.     

(5) Pardo, op. cit. pág. 29.