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viernes, 1 de septiembre de 2023

Plantas medicinales de nuestro entorno: Más sobre la olivera y sus efectos medicinales

 

Para concluir con los artículos referidos a la olivera, dedicaré unas líneas a los aspectos medicinales menos tratados y aplicaciones menos conocidas. Hemos visto hasta aquí, las características de nuestros olivos y los beneficios de nuestros aceites, dejando, para este “penúltimo” lugar aquellos destinados a sus hojas y otros elementos vegetativos.

Flores y hojas de olivera
Este árbol de la familia de las Oleáceas, de nombre científico Olea europaea L., ha recibido, en nuestro pueblo, diferentes nombres atendiendo a su estado vegetativo: es un bordizo u olivera borde, el pie silvestre, la olivera sin injertar; es una olivera, cuando nos referimos al árbol injertado y de cierta antigüedad, al árbol hecho y derecho, y es un impelte, impeltre o empeltre el olivo joven de cualquier raza, además de ser la variedad de olivas por todos conocida.

No trato aquí de los beneficios de las olivas ni del aceite que de ellas se extrae, aunque hay que decir que son productos dietéticos empleados para el tratamiento del colesterol, y afecciones cardiovasculares por exceso de grasas saturadas.

La planta, cuyos principios activos están bien estudiados, contiene sustancias antihipertensivas, diuréticas, espasmolíticas, e hipoglucemiantes.
     Parte utilizada: Hojas.
     Indicaciones: Rebaja y purifica la sangre (bajan la tensión).
    Uso: Un par de docenas de hojas, hervidas durante un cuarto de hora en una taza grande de agua; tomar en ayunas y por la noche antes de acostarse durante quince días; descansar otra semana y repetir el proceso si es necesario. Las hojas suelen asociarse con las del espino albar o majuelo, en tisanas hipotensoras.

Nada dice José Pardo de la utilidad de la planta, de sus brotes o de las hojas aunque, por alusiones, reproduzco algunos párrafos significativos: “Distinguen aquí algunas variedades... Bordizos: así llaman a los que nacen diseminados en campos y montes...Fargas: bordizos no injertados, algo mejorados por el cultivo y el riego...Royales o Veras: el fondo del inmenso plantío que tenemos...”.

También en el resto de Aragón se le atribuyen múltiples propiedades tanto a las hojas como al aceite de oliva, pero yendo a lo que nos ocupa, la infusión o cocimiento de las hojas durante una novena en ayunas se ha usado contra la tensión alta; siete o nueve olivas verdes al día, recién cogidas del árbol, durante nueve días para limpiar el riñón; Agua del aderezo de las olivas en lavativa como purgante, aplicado también a veces al ganado. Y, aún, desde el punto de vista mágico, una rama de olivo en la ventana ahuyenta las tormentas y pedriscos.

Pío Font Quer, en un extenso artículo destinado a esta planta, dice que Las hojas del olivo para fines medicinales se recolectan en cualquier tiempo del año pero que habiendo acebuches (oliveras bordes), se prefieren estás a las del olivo, y si no, de los hijatos (pollizos) porque dicen que tienen más fuerza de sanar.

Parte destacada en su obra es la destinada a la preparación de remedios: linimento a base de agua de cal con aceite, para las heridas que sanan y encoran con facilidad. Otro, hecho a partes iguales de aceite y vino tinto, del que se dice que es cicatrizante maravilloso. Unas cucharadas de aceite en ayunas como laxante suave, e incluso como contraveneno produciendo el vómito al tomarlo mezclado con agua tibia.

En lavativas como emoliente contra el estreñimiento, ya se nombra en la farmacopea matritense confeccionando un compuesto a base de cocimiento de malva, miel y aceite.

Y, como era de esperar, no se queda atrás el Dr. Laguna en su Dioscórides cuando le destina el apartado correspondiente en el capítulo 116 del libro I:

Bordizo, azebuche

"Las hojas del Oliuo saluaje, aprietan [son astringentes]. Majadas y aplicadas en forma de emplasto, sanan el fuego de Sant Anton, las postillas llamadas epinyctidas de los Griegos, los carbunculos, las llagas que van cundiendo, las corrosiuas, y finalmente los panadizos. Aplicadas con miel, hacen caer las costras engendradas de los cauterios, mundifican las llagas suzias, resueluen los diuiesos, & inflammationes, y sueldan y conglutinan el cuero apartado del huesso de la cabeça. Maxcadas encoran las llagas que en la boca se engendra, y especialmente las de los niños: lo qual semejantemente haze el çumo dellas, y el cozimiento. El çumo aplicado, restaña las effusiones de sangre, y el menstruo. Reprime tambien las excrecentias que tienen forma de uvas, las postillas, las llagas, y las destilationes antiguas que suelen acudir a los ojos: por donde cómodamente se mete en los colyrios vtiles á la corrosion de las palpebras [párpados]. Para sacar el çumo conuene majar las hojas, echandolas vino, o agua, y despues esprimiendolas. Esprimido se seca al Sol, y seco se destribuye en pastillas.* Empero es muy mas efficaz, y conseuase muy mejor, el que se esprime con vino, que el que con agua. Es vtil á los oydos que tienen llagas, y manan materia. Aplicanse convenientemente las hojas mezcladas con harina de ceuada, en los fluxos estomacales. Iuntamente con sus flores las hojas, para que su ceniza sirua en lugar del espodio [cierto producto químico], se queman en una olla de tierra cruda, muy bien tapada con barro, la qual se dexa en el horno, hasta que perfectamente se cueza. Quemadas ansi las hojas, se matan echandoles vino: con el qual amassadas, se tornan á tornan á quemar otra vez en la mesma forma: y á la fin, lauada su ceniza como lauamos el aluayalde [otro producto químico], se distribuye en pastillas. La qual ceniza no deue nada al Espodio, en mitigar la mala disposition de los ojos: antes es de creer, que tiene semejante virtud. Las hojas del Oliuo domestico, de la mesma suerte quemadas, tienen la facultad mesma, empero algun tanto mas debil: y ansi por ser mas blandas, son mucho mas á proposito, para las medicinas utiles á los ojos. La espuma que mana del verde Oliuo, quando se quema, sana la sarna, los empeynes, y la caspa que sale por todo el cuerpo. El fructo del Oliuo aplicado en forma d’emplastro, extermina también la caspa, las llagas que se dilatan, y las que pacen la carne. La pepita que está dentro del cuexco, mezclada con grassa y harina, haze caer las vñas sarnosas".


En fin, otra de las muchas aplicaciones del árbol de Minerva.

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Obras consultadas:

- Andrea Matthioli, traducción de Dioscórides, 1544. >
- Dioscórides Anazarbeo, Pedacio. “Acerca de la materia medicinal, y de los venenos mortíferos”, traducido por el Dr. Andrés Laguna (S.XVI).

- Font Quer, Pío: “Plantas medicinales. El dioscórides renovado”. Barcelona, 2007.

- Pardo Sastrón, José: “Catálogo o enumeración de las Plantas de Torrecilla de Alcañiz…”. Zaragoza, 1895.

- Peris, Stübing & Romo, A.: Plantas medicinales de la Península Ibérica e Islas Baleares. Madrid, 2001.

- Sáenz Guallar, Fco. Javier: “Plantas medicinales del Bajo Aragón”. CESBA, 1982.

- Villar, Palacin, Calvo, Gómez & Monserrat: “Plantas medicinales del Pirineo Aragonés y demás tierras oscenses”. Huesca, 1987.