Plantas de nuestro entorno: La Parietaria, una hierba “apegalosa”.

Si en verdad podemos encontrar una hierba abundante en paredes y muros de huertos y jardines sin duda nos tenemos que fijar en esta que, aunque fácil de arrancar no lo es tanto de erradicar.

Parietaria judaica L.

Su nombre genérico, parietaria, hace referencia a que se desarrolla especialmente sobre muros, tapias y rendijas en las paredes, sobre todo en lugares habitados y antropizados. Su nombre deriva del término latino paries –etis que significa pared. En cuanto a su nombre popular, en Aragón, es planta de múltiples denominaciones: parietaria, yerba tapiera, agarraparedes, caracolera, etc., pero en nuestro pueblo no ha recibido otro, que yo sepa, más que el de “yerba apegalosa” precisamente por la característica de agarrarse a las ropas con los pelillos de sus tallos y hojas.

Esta planta herbácea, que puede superar el medio metro de altura con la base de los tallos endurecida. Pertenece a la familia de las Urticáceas, a la misma que las picasarnas. Presenta una densa pubescencia pero sus pelillos no son urticantes. Sus flores y frutos son poco llamativos.

Pero, la planta, que pasa perfectamente desapercibida, presenta unas características muy acusadas desde el punto de vista medicinal:

     Nombre científico: Parietaria judaica L.

     Parte utilizada: Hojas y tallos.

    Indicaciones: Diurética, tratamiento de enfermedades del aparato urinario, afecciones de vías respiratorias, inflamaciones y reumas.

     Uso: Puede utilizarse en infusión, 50 gramos por litro de agua, o en emplastos, utilizando para ellos la cantidad suficiente.

Pardo Sastrón decía que se usaba en lugar de la parietaria oficinal, planta ésta que no se cría en España. En el Bajo Aragón se ha utilizado tradicionalmente en infusión para “limpiar el riñón” dado su poder diurético. En el resto de la comunidad también se ha usado contra el reuma, la ciática, como diurética, contra las piedras del riñón, para los catarros e incluso para bajar la fiebre.

Es planta conocida y usada desde antiguo, y así decía el Dr. Laguna traduciendo y comentando a Dioscórides, nombrando una planta llamada helxine, que se refiere a esta: “La Helxine nace por las paredes, y por los setos. Produze las hojas vellosas, y semejantes a las de la Mercurial: y unos tallicos roxetos, al derredor de los quales se haze una como simiente muy menudica, y aspera, que se apega á las ropas….Sus hojas…aplicadas en forma de emplasto sanan las quemaduras del fuego, las durezas del siesso [ano], los diviessos [forúnculos] rezientes, las hinchazones, y toda suerte de inflamacion….”.

Y comenta: “…se llama tambien Parietaria, y Muralis herba, porque crece ordinariamente por las paredes. Es muy conocida esta planta, y florece por Iulio. Tiene virtud de mundificar [limpiar o purificar], de restriñir [constreñir o apretar], y de resfriar [disminuir o suavizar]…aplicada en forma de emplastro: y majada con sal, abre las almorranas. Dado á bever su cozimiento con miel, ó con açucar, es admirable remedio contra la piedra de los riñones, y contra la retention de la orina. Con las partes gruessas y estipticas [astringentes], tiene otras subtiles y agudas: por razon de las quales su cozimiento suele ser purgativo, y comodissimo en los clysteres [enemas].

A todas estas benéficas propiedades hay que ponerle, como contrapunto, el hecho de ser altamente alérgica, lo que unido a su abundancia y al amplio periodo de floración, la convierte en una planta molesta en abundantes ocasiones.

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