Las Elecciones Generales de abril de 1899, con mayoría absoluta para los conservadores, consolidaba una vez más el denominado turnismo político que, tras aquel, real o ficticio, Pacto del Pardo, daba estabilidad a la monarquía borbónica de finales del siglo XIX.
![]() |
Sagasta (Óleo de J. Casado) |
El gobierno presidido por Sagasta, liberal, daba paso al de Silvela, conservador, que, aunque regidos por una misma constitución, tenían sus diferentes puntos de vista en cuanto al tratamiento que debía dar el Estado a la religión Católica.
La Constitución de 1876, que regía los gobiernos alternativos, determinaba en su articulado:
“Artículo once. La Religión católica, apostólica, romana es la del Estado. La nación se obliga á mantener el culto y sus ministros -------------