Hasta tiempos medievales la moneda se basó, dicho por abreviar, en acuñar trozos de metales, oro, plata o cobre de diversos pesos. En primer lugar se trataba de asignar a los metales diferentes valores y tras esto, la moneda tenía diferente valor dependiendo de su peso.
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Dinero de Alfonso II
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Esto permaneció hasta tiempos medievales e los que, ante la escasez de metales nobles y la necesidad de moneda de menor valor para favorecer los intercambios comerciales, se emplearon diferentes aleaciones y proporciones que determinaban el valor de la moneda.
En Aragón, la aleación más utilizada fue el vellón, una combinación de plata y cobre. El valor de la moneda, por lo tanto, dependía, tanto de la proporción del metal noble en la composición, como del peso total de la pieza en cuestión.
Pero no es mi intención el entrar a fondo en la moneda y en la circulación monetaria, máxime cuando cada reino o estado tenía la propia, y me centraré en la moneda corriente, en la que ha sido usada por el pueblo llano, ignorando ciertas acuñaciones muy raras o de altísimo valor, utilizadas, exclusivamente, en casos especiales.
El dinero aragonés ha venido denominándose jaqués ya que Jaca fue la primera capital y ceca de Aragón (año 1085), incluso cuando más tarde se acuñe en otros lugares. Y así fue hasta que, Felipe V, por una ordenanza de 1728 y por decreto de 1730, prohibiera la acuñación de monedas de “tipo aragonés” y su fabricación en Zaragoza, aunque, en realidad, hacía tiempo que no se hacía.
“En definitiva, la moneda de poco valor, pero fijo, que pretendieron los aragoneses resolvió, a duras penas, los problemas del Reino mientras éste vivió encerrado en una economía rudimentaria, pero mostró sus quiebras cuando hubo de contrastarse con países que manejaban el gros de plata o monedas de oro como el florín, primero, y el ducado, después(1)”.
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Florín de Pedro IV
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“Las Cortes de 1428, en Teruel, prohibieron severamente contratar en otra moneda que la jaquesa, con el fin de mantener una centenaria tradición; invadían el reino las piezas de otros países, provocando complejos cambios, y faltaba la moneda divisoria. Así lo escribían los súbditos a Alfonso V, suplicándole que volviera de Nápoles al reino para remediar «la suma falta de moneda», puesto que no podía acordarse la emisión sin su presencia(2)”.
Estas fueron las monedas más corrientes en Aragón y su equivalencia, hasta el siglo XVIII:
Mialla: Miaja, meaja u óvolo. Moneda divisionaria de vellón de escaso valor, equivalente a medio dinero.
Dinero: 2 meajas. El dinero jaqués era de vellón, con mayor o menor proporción de plata fina según los tiempos.
Sueldo: 12 dineros. Era unidad de cuenta y no existió como moneda física. Tenía un valor teórico de 1/20 de libra, 12 dineros de vellón o 16 en el siglo XVIII. También era equivalente a ½ real de plata castellano.
Real: 2 sueldos. La moneda de plata del Reino de Aragón fue el real, con un peso de 3.20 gr. No comenzaron a emitirse hasta el año 1475, acuñados en Zaragoza.
Florín: 11 sueldos. Florín Aragonés: Comenzó a emitirse en 1346. Era una moneda de oro con un peso medio de 3,42 gr. Inicialmente su valor osciló entre los catorce y los once sueldos aragoneses y su ley, de 24 quilates menos cuarto en su primera emisión. Pronto fue disminuyendo hasta los 18 e incluso 16 quilates. Hacia 1370 su valor era de once sueldos, y la ley de 18 quilates, que fue la que mantuvo hasta su desaparición.
Libra: 20 sueldos o 240 dineros (unidad de cuenta). Cada libra se dividía en 20 sueldos y cada uno de ellos en 12 dineros. Contenían un tercio de plata en la aleación del vellón.
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Escudo de Felipe III
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Ducado: El ducado de oro español tiene un peso de 3,6 g (ley 23 3/4 quilates), fue la moneda unitaria de oro (medio doblón) y una de las unidades de cuenta durante los siglos XVI y XVII. Equivalía a 11 reales castellanos y 1 maravedí o bien 375 maravedíes. En 1536 se introdujo una nueva moneda de oro de menos peso y ley que el ducado, pasando a tener una ley de 22 quilates, con la finalidad de igualar la moneda de oro castellana a la de otros países y evitar su fuga al exterior. Dicha moneda fue el escudo o corona (350 maravedíes),
Escudo de plata: 8 reales. Moneda que circulaba en 1642 en el Principado de Cataluña, acuñada por Luis XIII, peso de 27 g, equivalente a 8 reales.
Escudo de oro: 16 reales. Moneda de oro, acuñada por España desde el siglo XVI, con un peso 3,4 gramos y valor de 544 maravedíes. El escudo es la unidad para la moneda de oro acuñada desde Felipe II hasta Fernando VII, y que equivalía a 16 reales de plata.
“A comienzos del siglo XVIII las paridades de la moneda propia aragonesa con la de la moneda castellana tenían una valoración tasada. La libra jaquesa, de 20 sueldos o medios reales de plata o 240 dineros, equivalía a 10 reales de plata castellanos. El sueldo de 12 dineros tenía una valoración de ¹⁄₂ real de plata castellano. Los reales de plata castellanos equivalían a 2 sueldos o a 24 dineros aragoneses, y los reales dobles y de a cuarto en proporción. El doblón castellano valía 3 libras, o 768 dineros, que hacían 32 reales de plata antigua castellana(3)”.
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- (1) Antonio Beltrán Martínez: La moneda aragonesa. CAI. Zaragoza, 1999
- (2) Id.
- (3) Pedro Damián Cano Borrego. LA MONEDA CIRCULANTE EN LOS REINOS DE LA CORONA DE ARAGÓN EN EL SIGLO XVIII TRAS LA GUERRA DE SUCESIÓN. Emblemata, 22 (2016), pp. 303-333.
- Pío Beltrán Villagrasa: LOS DINEROS JAQUESES, SU EVOLUCIÓN Y SU DESAPARICIÓN. Artículo en red.
