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martes, 1 de septiembre de 2020

La torre de la Iglesia de Valdealgorfa


Todavía sin concluir definitivamente el dorado del Altar Mayor, el concejo dispuso la fábrica de la torre desde el segundo cuerpo. Era el 24 de noviembre de 1743(1).

Torre de Valdealgorfa
Para llevar adelante con más acierto tan importante obra, lo pusieron en conocimiento de las personas más inteligentes del contorno añadiendo, que el que quisiera hacerse cargo y llevarla á efecto, presentára los diseños o perfiles necesarios á fin de que el pueblo pudiera examinarlos y asesorarse con la atención que el caso requería(2).

Congregados los Srs. del ayuntamiento el 24 de noviembre de 1743, deciden que queriendo continuar con la obra de la torre en la primavera siguiente y habiendo presentado diseños tres maestros de obra, debían elegir la que estimaran más conveniente para, a continuación, “se diese noticia a los susodichos maestros de la elexida” y pudiese hacer cada uno su oferta para llevarla a cabo. Vistos los proyectos, elijen el presentado por Valero Catalan, de las Parras de Castellote, y acuerdan comunicarlo a los tres para que presenten sus ofertas de ejecución.

El día 5 de enero de 1744, reunido de nuevo el ayuntamiento, dicen que, habiendo pasado ofertas a los tres artífices que habían presentado diseño o planta, como entonces se decía, era necesario elegir al que había de realizar la obra. “Enterados de las mandas que cada uno de los referidos oficiales han dado y ser aquellas tan desiguales, no hicieron mérito de estas por considerar sería dificultoso cumplirse según tan fácilmente se promete, y para que no suceda... [este caso] determinaron que se diese al maestro de obras que se eligiese para la construcción de la torre Setecientas y Cincuenta libras Jaquesas, considerando era una cantidad con la que podría cualquier maestro desempeñar la obra sin menoscavar sus bienes; Y atendida a la mucha experiencia y ciencia que acompaña al dicho Valero Catalán en su arte como lo acreditan las muchas y magníficas obras que el dicho ha construido, que dichos señores dixeron tener largas noticias, no despreciando las muchas prendas que acompañan a los dichos Joachim Colera y Joseph Dolz, las que tuvieron dichos señores muy presentes, determinaron nombrar como con efecto nombraron al dicho Valero Catalan en maestro de la obra de la torre de la parroquial de dicho lugar para que a su cargo y cuenta corra la prosecución de la expresada torre, según planta elexida, y capitulación a su tenor hecha por la cantidad de setecientas y cincuenta libras jaquesas”.

El día 3 de marzo de 1744 ponen la capitulación por escrito. En el capítulo 25 se dice que la obra que debía de comenzar el 29 de septiembre de 1743, festividad de S. Miguel, quedaría terminada en el plazo justo de dos años y si no fuera así, “pueda el Lugar dos meses antes, traer oficiales á costas del Maestro para concluirla para dicho día”. Como puede verse, las condiciones de la obra estaban redactadas previamente y la obra llevaba algún retraso.

Detalle del 2º cuerpo

El 28 de marzo de 1745, con la obra bastante avanzada, se reúne de nuevo el ayuntamiento para decidir si la pirámide superior de la torre ha de ser de madera o de piedra. Por cuanto la obligación del artífice era realizarla de madera, acuerdan sea de piedra “por ser esta de más duración que la madera” y de mayor estabilidad.

Al día siguiente, procedieron a elegir la cruz entre los dibujos de las que se habían presentado pero, aunque había propuestas tres maestros cerrajeros, eligieron una de las varias plantas presentadas por Antonio Piquer Menor, labrador, vecino del pueblo, que había presentado varias “sin más interés, que en caso de que el Lugar gustasse de alguna de ellas”. Presentan a la vez los pactos y condiciones a que debe sujetarse el maestro que finalmente la realice. El plazo para terminarla se fija en el último día de julio del mismo año. La subasta de la obra se realizará el primero de Abril. Se adjudicó al día siguiente a Blas Cabañas, vecino de Maella, por hacer la oferta más barata.

Durante los siguientes días de abril se concierta la teja vidriada para la cúpula de la torre, el yugo de la campana, la bola de la torre y, en julio, el dorado de la cruz, veleta y bola. El 18 del mismo mes se visura la obra y se hallan algunos defectos que deben subsanarse. La obra se recibió a conformidad, tras nueva visura, el 8 de noviembre de 1745.

En 1748 ya pudo contemplarse desde su altura el tremendo huracán que daría posteriormente lugar a la leyenda de “la sierpe de Valdealgorfa”.

Por circunstancias que de

sconocemos, probablemente por deterioro, el chapitel construido en la primera capitulación fue sustituido por el de piedra que hoy podemos contemplar. Es obra que comenzó el 1 de septiembre de 1799 y concluyó el 3 de enero de 1800. Al día siguiente se colocó la cruz, que subieron con el torno los niños de la escuela.

Para terminar con este asunto de la torre, decir que cien años más tarde, en 1901, “José Puertollano, natural de Granada, residente en Muniesa, subió a la torre o campanario de esta iglesia, por la parte de afuera, con unas cuerdas que iba poniendo y subió por ensayo el día 26 de septiembre, en poco rato, saliendo del palomar de la torre y puesto de pie sobre la cruz del remate de la torre, saludó al gentío que estaba en la calle y saludó con los dos brazos y el sombrero en la mano, poniendo luego en la cruz una bandera con los colore

s nacionales”...”La ascensión formal se realizó el 30 de septiembre”….”En los siguientes días, sube y baja como quien sube por la escala de su casa para poner un pararrayos y le dan por toda la operación, gastos y aparato, 50 duros”.

Las dudas asaltaban a nuestro cronista: “Pegado a la cruz de la torre, dudo que los aisladores se conserven bien. ¿Tendremos una catástrofe? ¿Volarán torre e iglesia? ¿Quién subirá si él ya murió?(3).

¡Ah!, aprovechando esta ascensión se midió toda la obra: “Altura de la torre de Valdealgorfa total, 53 metros. Cruz, 4,33 metros con la bola(4).

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(1) Los datos del presente artículo se han extraído, salvo que se diga expresamente lo contrario,  de la documentación obrante en el archivo municipal de Valdealgorfa.

(2) Pardo Sastrón, Salvador. Apuntes históricos de Valdealgorfa, su templo y sus cofradías. Bilbao 1883. Págs. 84-87.

(3) Pardo Sastrón, José. Efemérides.

(4) Ibídem.