Hoy trato de una planta, nada o muy poco utilizada en nuestro pueblo, que sirvió durante años para alimento de las gentes, tanto en ensalada como en verdura.
Los coneles o collejas, Silene vulgaris o Silene inflata, son, según dice el diccionario, “aquellas hierbas de la familia de las cariofiláceas, de 40 a 80 cm de altura, con hojas lanceoladas, blanquecinas y suaves, tallos ahorquillados y flores blancas en panoja colgante, que es muy común en los sembrados y parajes incultos, y se come en algunas partes como verdura”. También dice que su nombre proviene del latín caulicŭlus -a,-um, de caulis = tallo, por la disposición de las flores sobre tallos erectos y elevados, palabra que habría dado caulija y de aquí colleja.
El nombre popular que recibe en nuestras tierras proviene sin duda de su nombre catalán, coneles o cunillos, formas castellanizadas de las catalanas conell, conill o cunill, que a la vez, como veremos, parece ser confusión entre cauliculus y cuniculus.
Pero lo que realmente caracteriza a la planta son sus cálices, notoriamente inflados, que habrían sido el origen de su nombre científico, en comparación con el vientre voluminoso de Sileno, personaje de la mitología griega.
No tenemos conocimiento de que haya sido usada en el Bajo Aragón como medicinal y, en todo caso se hace referencia a ella diciendo que se consume como verdura. Tampoco suele aparecer en los tratados actuales sobre plantas medicinales por lo que parece que su uso se limita al ámbito culinario, ocupando también su espacio en otros países circunmediterráneos.
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| Silene vulgaris |
Hoy, cualquier consulta sobre la planta, hace que tengamos que ceñirnos exclusivamente a sus usos gastronómicos o etnobotánicos, quedando relegado su empleo como medicinal a determinados lugares y ámbitos más reducidos (p. ej. en el somontano aragonés se consume en verdura con el propósito de depurar la sangre).
Decía de esta planta nuestro botánico local, D. José Pardo y Sastrón: “Conells. Cunillos. Común en los campos, sembrados y huertas. Rizocárpica. Abril. Se come esta planta cocida, especialmente en años míseros”(1).
Parte utilizada: Hojas tiernas y flores.
Indicaciones: Digestiva y aperitiva.
Uso: Las hojas y tallos tiernos han sido consumidos como verdura, en tortilla, revuelto e incluso en crudo. Es una verdura muy fina que fue ampliamente consumida en tiempos no tan pasados pero que ha sido sustituida por otros vegetales.
Estudios recientes corroboran que, además de presentar unas buenas cualidades nutricionales, contiene antioxidantes y carotenoides por lo que es un excelente depurativo para el hígado y, dado su contenido en potasio, es un eficaz compensador de este como consecuencia de diuresis excesivas producidas por otros tratamientos. También contiene calcio y magnesio.
La presencia de saponinas en la planta hace que en algunos lugares se haya utilizado como sustituto del jabón.
Discusión diferente es el porqué de su nombre que parece hacer referencia a que es un alimento adecuado para los conejos, y lo corrobora el hecho de que en otras partes recibe el nombre de “hierba conejera”.
En nuestro caso, el nombre vulgar de la planta no proviene de caulis = tallo, sino del también latino cuniculus = conejo, aunque de procedencia ibérica según Plinio, ya que el animal era desconocido fuera de la Península hasta tiempos romanos (como es sabido, el propio nombre de Hispania, lo hacen derivar de una raíz fenicia *span, nombre que aplicaron al nuevo animal, desconocido en aquellas tierras, por similitud a otro, el damán. Bajo este supuesto, España, vendría a significar “tierra de conejos”).
En otras partes de Aragón reciben el nombre de colellas, concles, cunillos o cluxideras, en este último caso porque al chafar sobre la palma de la mano las cápsulas que contienen las semillas, rompen con un crujido característico.
En cuanto a sus usos culinarios las collejas se consumen en potajes, revueltos, salteados, en salsa, empanadas, pasteles, etc., en general como sustituto o acompañante de otras verduras en sopas de zonas alpinas europeas y otras especialidades de la cocina mediterránea.
Una verdura que puede sustituir perfectamente a espinacas y acelgas.
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(1) J. Pardo Sastrón: " Catálogo o enumeracion de las plantas de Torrecilla de Alcañiz así espontáneas como cultivadas", pág. 76.
