Plantas de nuestro entorno: “Coda, cola o rabo de gato”.

Otra de las plantas útiles pero prácticamente desconocida en cuanto a su uso es esta “coda de gato”, aunque no se caracterice precisamente por su suavidad, al menos en la especie más representativa de esta especie en nuestro municipio, la Sideritis spinulosa.

Sideritis spinulosa

Estas plantas pertenecen a la familia de las Labiadas. Dicen que Sideritis, su nombre científico, procede del latín siderītis, y este del griego síderos (σίδηρος) = hierro, acero, instrumento o arma de hierro, y aclaran que es porque los dientes del cáliz tienen forma de hierro de lanza o porque, como dicen otros, por sus propiedades para curar heridas producidas por armas de ese material.

El género está representado en nuestro término municipal por cinco especies, desde las más ásperas al tacto, como S. spinulosa y S. ilicifolia, hasta las más suaves, peludas y sedosas, como S. hirsuta o S. fruticulosa. Además de las anteriores, plantas perennes, podemos encontrar con facilidad la anual S. montana.

Pero, como en otras ocasiones, me voy a centrar en este artículo en aspectos menos conocidos que nos ayuden a conocer mejor nuestro medio natural.

Citaré en primer lugar la conocida y abundante S. spinulosa, incluyendo aquí la S. ilicifolia y el híbrido S. x pardoana Font Quer, ya que es difícil distinguirlas, que es la comúnmente llamada en nuestro pueblo coda de gato, probablemente por su parecido y confusión con otra sideritis que no se encuentra en nuestro territorio. Sus efectos como vulneraria para el tratamiento de las heridas no están comprobados pero viene empleándose desde antiguo asegurándole magníficas virtudes curativas.

Sideritis hirsuta

La segunda, S. hirsuta, ha sido planta ampliamente utilizada en todo Aragón y en otras partes de España, ya que dispone de las cualidades vulnerarias indicadas y, en Valencia, se utiliza también como digestiva. Como digo, sus propiedades están ampliamente contrastadas y, de los estudios médicos realizados, puede asegurarse que dispone de principios activos que la propugnan como antiséptica, estomáquica y vasoprotectora. Se toma en infusiones al 3 o al 5% según sea para uso interno o para lavados dérmicos de llagas y úlceras.

Desafortunadamente, esta planta es tan escasa en nuestro término que podemos tildarla de rara. Yo solamente he podido localizar una media docena de pies distribuidos por todo el término municipal.

La tercera, es una especie anual, de talla pequeña, que difícilmente alcanza más de un palmo de altura, tan discreta y poco llamativa que pasa frecuentemente desapercibida. También se ha empleado como digestiva y antiinflamatoria, así como en lavados para el tratamiento de enfermedades de los ojos. Sus efectos, como en caso de la anterior, también están ampliamente contrastados.

En resumen, que mientras la primera puede usarse y se usa con dudosos resultados, las otras dos constituyen remedio eficaz contra inflamaciones, heridas, ulceraciones y molestos procesos digestivos.

Sideritis montana

Su preparación más generalizada es de 30 gramos de planta, principalmente las inflorescencias, por cada litro de agua; lavar bien las heridas y cubrir con apósito o emplasto. En infusión se toma un vaso después de las comidas principales.

Aunque nada nos dice Pardo⁽¹⁾ sobre el uso de las sideritis en nuestro pueblo, se sabe de su empleo popular en el Bajo Aragón⁽²⁾ para bajar la tensión y tratar el dolor de muelas, aunque la utilidad para estas dolencias esté o no justificado.

El Dioscórides cita en su tratado, capítulo XXXV de la Sideritide, tres especies de las que solamente la primera parece corresponder a alguna especie de las nuestras: “La Sideritide que algunos llaman Heraclea, es una yerva que produze las hojas como las del Marrubio, empero mas luengas, y semejantes á las de la Salvia, ó del roble, dado que asperas, y menores. Haze los tallos quadrados….al derredor de los quales por ciertos trechos, se hazen unas coronillas, como las del marrubio, en las quales se halla cierta simiente negra. Nace aquesta Sideritide por pedregosos lugares. Sus hojas aplicadas en forma d’emplastro, sueldan las frescas heridas, y hazen que no se apostemen [supuren]”.

          Y comenta a propósito el doctor Laguna: “Sideros en Griego significa el hierro, de donde vino á llamarse Sideritis, ó Sideritide, aquesta planta: porque suelda las heridas hechas con hierro: de la qual nos propone tres especies…Ni nos debe poner escrupulo, que compare las hojas de aquella primera especie una vez á las del marrubio: otra á las de la salvia: y otra finalmente á las del roble: porque según diversos respectos, se parecen á todas ellas: visto que en la longura imitan á las de la salvia: en la aspereza, y color blanquezino, se parecen á las del marrubio: ansi como en el entallo del cerco, á las que haze el roble. Es toda especie de Sideritide algun tanto amarga, y notablemente estiptica [astringente] al gusto: de do consta que tiene moderada facultad de mundificar [limpiar purificar], y juntamente fuerça de constreñir, y soldar las heridas…”

Teniendo en cuenta todo lo anterior, solamente hay que tomar una precaución: que no te den (cola de) gato por liebre.

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(1) Pardo Sastrón, J. “Catálogo o enumeración de las plantas de Torrecilla de Alcañiz…”. Zaragoza 1895. Ed. facsímil 1995.

(2) Sáenz Guallar, F.J. “Plantas medicinales del Bajo Aragón”. CESBA. 1982.