El beleño, pertenece a la familia de las solanáceas, a la misma que la patata, el tomate o el pimiento pero también del estramonio, la belladona o el tabaco. Está representado en España por dos especies, el blanco y el negro, pero, teniendo en cuenta que en nuestro territorio sólo encontramos hoy el blanco, será la única especie que trate en este artículo que, por otra parte, es que presenta efectos y principios activos menos agresivos.
El beleño blanco (Hyoscyamus albus) es una planta abundante, sobre todo en el casco urbano, y alrededores, bastante común en tapias, grietas de las paredes, bordes de aceras, tejados, etc...Es planta herbácea, bastante peluda, que puede superar el medio metro de altura. Tiene hojas pecioladas de color verde claro, con dientes acusados y desiguales las inferiores y más enteras las superiores. Las flores son de color amarillo pálido, con nervios poco marcados, y la parte central o garganta es verdosa o violácea. El fruto es una cápsula con cinco dientes que contiene multitud de semillas grisáceas.
Pero, lo que la hace especial es que tiene muchos alcaloides, principalmente hiosciamina, atropina y escopolamina, principios activos con efectos psicotrópicos importantes. Estos principios activos se concentran fundamentalmente en las hojas y sus efectos son los siguientes:
- A dosis elevadas convierten a la planta en narcótica.
- Es usado en homeopatía como calmante y sedante del sistema nervioso.
- Utilizado bajo control médico para tratar los "delírium tremens", epilepsia, insomnio, terrores, bronquitis asmática, etc.
No se recomienda la preparación de remedios caseros ni el consumo del beleño blanco sin supervisión, ya que su consumo en altas dosis puede tener efectos graves y además puede ser absorbido en mayor o menor medida según la parte del cuerpo donde se aplique.
Teniendo en cuenta lo anterior, las intoxicaciones son raras y sus síntomas son menos graves que los provocados por el estramonio o la belladona.
Decía Pardo Sastrón que era “planta medicinal usada también por el vulgo. Con las hojas hacen cataplasmas muy emolientes y á la par calmantes. Con el humo que dan sus semillas al quemarlas calma el dolor de muelas”.
También sus hojas secas, solas y picadas o mezcladas con el tabaco se usaban para hacer cigarrillos antiasmáticos.
Pero lo que le dio fama en el pasado fueron sus efectos pues fue utilizada tanto por los médicos por sus efectos narcóticos, como por hechiceros, magos y brujas para preparar brebajes, filtros, pócimas y encantamientos.
Egipcios y griegos utilizaban esta planta para que los sacerdotes y pitonisas pudieran realizar sus oráculos, profecías y adivinaciones. También se quemaba en lámparas de aceite para provocar la somnolencia y efectos hipnóticos en los asistentes a determinadas ceremonias.
En tiempos medievales, fue una de las plantas más empleadas en embrujos, hechizos, contra el mal de ojo y filtros de amor por sus efectos afrodisíacos.
Los brebajes e inhalaciones de beleño se repartían en los rituales de iniciación para persuadir a las jóvenes y demás asistentes a unirse al sabbat y celebraciones satánicas.
Los relatos de brujas subidas en sus escobas y volando por los cielos parece ser que fueron efecto de la atropina consumida por los participantes en los aquelarres.
Las brujas utilizaban esta planta para preparar sus ungüentos con los que se untaban ciertas partes del cuerpo o, a veces, los palos de sus escobas. Al realizar los rituales desnudas y colocarse la escoba entre las piernas, el potingue era absorbido por las mucosas vulvares y vaginales produciendo a la vez unos efectos muy intensos y bastante inmediatos. Las sensaciones eran precisamente de levitar o de viajar volando por los aires. Consideremos sus efectos cuando era aplicado directa e intencionadamente sobre alguna parte del cuerpo.
El médico y humanista Andres Laguna decía a mediados del siglo XVI en su traducción y comentarios a la obra de Dioscórides, médico del siglo I, en relación al Beleño: “El Hyoscyamo es aquella planta vulgar, que llamamos Veleño en España... haviendoseme venido á dessecar ya tanto el celebro, de ciertas calenturas que me dieron...que estuve mas de XV dias sin dormir sueño ni poder hallar orden para le provocar, vino á mi una vejezuela Tudesca, la qual tenia un lindo talle de bruxa, y viendo que velando me consumia, y quasi me hazia ya phrenetico, tomó la funda de una almohada, & hinchola de las hojas de aquesta valerosisima planta, y despues de llena, me la metio debaxo de la cabeça: el queal remedio fue tan acertado y tan prompto, que luego me adormeci como si me infundiera por los ojos el sueño. Verdad es, que despues de haver dormido de un boleo seis horas, desperte como atonito, por razon de aquel vapor gruesso y frigidisimo de la yerva, que á mi parecer me havia opilado las vias de los sentidos...Llamanla los Griegos Hyoscyamo, que quiere dezir Hava porcina, porque en comiendo de aquesta planta los puercos, se estiran luego, y se mueren, si subito no les echan mucha agua encima, ó no tienen alli cerca algun cangrejo que coman: con el qual cobran la sanidad perdida. Florece el Hyoscyamo por el mes de Iunio, y cogese su simiente en entrado Agosto. El Hyoscyamo blanco del qual solo cautamente podemos usar: porque las otras dos especies son malignas y venenosas. El sahumerio de su simiente recebido por una caña en el diente horadado, quita el dolor, y segun dizen algunos embayidores, haze caer ciertos gusanillos que en el se engendran. No diffieren sino en las flores y en las simientes, aquellas tres especies de Veleño, que nos pinta Dioscorides”.
Curiosa esta plantita, con la que hay que tener sumo cuidado.
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