Es difícil vaticinar el camino seguido por la población valdealgorfana desde el punto donde lo dejamos, allá por el cambio de Era, hace 2000 años, dado que los vestigios arqueológicos no permiten mayores aproximaciones. Es de suponer que el núcleo de población que dejamos allá, en las Peñas del Choto, siguiera su camino sin grandes alteraciones, permanente o interrumpidamente, pues ni su volumen ni los recursos territoriales disponibles lo deberían permitir, subsistiendo, con grandes dificultades, durante los primeros mil años de nuestra Era.
Lo escaso de este colectivo humano no impidió que el nombre del pueblo se mantuviera e incluso que se adaptara a los modelos árabes transitando a duras penas a lo largo de los tiempos de ocupación musulmana hasta llegar a los albores de la Reconquista. Desconocemos también si, durante todo este tiempo, la población era estable, como aquella que hasta nuestros tiempos hemos conocido como “masogueros”, o los asuntos agrícolas se atendían por habitantes de la metrópoli alcañizana.
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| Preámbulo de las Cortes de Tamarite de 1375 |
El proceso conquistador, que no terminó hasta mediados del siglo XIII, trajo consigo la aportación de nuevos contingentes humanos que se fueron asentando en el territorio, creciendo al mismo ritmo que el proceso roturador o lo que es lo mismo al tiempo que crecían los recursos disponibles. Hacia finales de siglo, en 1289, no figuraba titular eclesiástico en Valdealgorfa ni la localidad como tal pagaba décimas por lo que puede entenderse que la entidad de la población era escasa o que en este momento, los valdealgorfanos eran nominalmente alcañizanos. Puede deducirse que los nuevos repobladores terminaron de asentarse y tomar conciencia como unidad de población entrado ya el siglo XIV.
Hacia finales de este último siglo, comienzan a aparecer algunos documentos que dan idea de la distribución de la población contabilizándola por fuegos o fogajes a efectos de recaudar impuestos. Aunque los historiadores admiten la dificultad de aproximarnos al número de habitantes a través de los fogajes, dado que se desconoce tanto el número de contribuyentes como el concepto de fuego, el valor de conversión o número de habitantes para cada uno de ellos -se admite en general una cifra de 5 personas por fuego o incluso algo superior-. Según las Actas de las Cortes de Aragón reunidas en Tamarite en 1395, componen un fuego: “todas aquellas personas que habitan en una casa y tomen la despensa de un superior o pater familias continuamente en dicha casa, lo que ha de jurar el superior o pater familias”. Tal como se dice en las actas de aquellas, el número declarado de fuegos, considerando Alcañiz y sus aldeas era de 1.186 (1), aunque, a la vista de los datos posteriores tal vez esa cifra debería ser incrementada en un 25 o un 30 por ciento, de manera que la población de Valdealgorfa habría que estimarla en estos momentos en alrededor de 75 fuegos o en unos 375 habitantes.
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| Recaudación para reparo del General de 1489: "Item de Valdalgorfa por Lx fuegos a razon de xiii & [sueldos] por fuego xxxviiii [Libras]" . |
Para el siglo XV suele admitirse que, en general, la población no sufrió grandes cambios. Según una relación de impuesto de monedaje de 1414 (2), correspondiente al pago de un maravedí por pechero, Alcañiz y sus aldeas realizan un pago de 2.108 maravedís. En esta a relación Valdealgorfa paga 114, correspondientes a otros tantos vecinos, aunque el importe, según los datos posteriores de 1489, parece estar incrementado con parte de los contribuyentes de Torrecilla, que se reparten entre Valjunquera y Valdealgorfa. Si esto es así, ajustando los datos, deberían fijarse los habitantes en un número aproximado de 90 fuegos teóricos o un total de unos 450 habitantes. Se dice que estas relaciones de impuestos se acercan mucho más al número real que las cifras de fogajes y, además, que suelen presentar cifras algo más elevadas que las de fuegos (3), afirmación que, teniendo en cuenta lo dicho, parece ser cierta para el conjunto de Alcañiz, aldeas y barrios.
Según las Cortes de Valderrobres de 1429 Alcañiz y sus aldeas presentaban un censo de 1.416 fuegos, que, en la misma proporción que lo indicado para 1375, corresponderían a Valdealgorfa unos 85 fuegos o 425 vecinos (4).
En 1488 Fernando el Católico ordenó un nuevo reparto de cargas, realizado en 1489, con la finalidad de recaudar impuestos para “Reparo del General”, es decir, mejorar la Hacienda aragonesa o las cuentas del reino. Las villas y lugares de más de 100 casas pagaban 16 sueldos por fuego, y los de menos 13 sueldos por fuego. Alcañiz y sus aldeas tenían un censo de 1.493 fuegos. Liquidan, en Valdealgorfa, por 60 fuegos que, con las precauciones advertidas y a una media de 5 vecinos, nos daría para este momento una población de 300 vecinos (5) que tal vez hubiera que aumentar, como en el resto de monedajes, a unos 375.
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| Encabezamiento de la lista de fogajes de Valdealgorfa de 1495 (remarcado: Valdalgorfa ...Lxxv fg) |
En el año 1495, Alcañiz con 702 fuegos era la cuarta ciudad de Aragón, entre once, considerando su número de habitantes. Casi la mitad de esas unidades de poblamiento no alcanzaba los diez fuegos y el resto se situaba en su mayoría por debajo de los cincuenta. Le corresponden a Valdealgorfa 75 fuegos que, en la misma proporción anterior, la situaría con alrededor de 375 habitantes (6), los mismos que siete años antes.
En definitiva, teniendo en cuenta los datos anteriores, puede deducirse que la población estable en Valdealgorfa comenzó a serlo a finales del siglo XII, se consolidó en el XIII y el XIV y se estabilizó en el XV. Durante este último siglo, los habitantes se mantuvieron en niveles que vienen a representar un 5% de la población total de Alcañiz y aldeas, evolucionando desde los 60-70 fuegos a principios de siglo, entre 300-350 habitantes, a los 75 del censo de 1495, es decir unas 375 almas a comienzos de la Edad Moderna.
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(1)
Ledesma M.L. Actas del proceso de Cortes
de Tamarite de 1375. Zaragoza, 1979. 1375: fogajes pertenecientes al señorío
eclesiástico.
(2) Archivo
del Reino de Valencia, Sec. Maestre Racional, leg. 530, exp. 10.869, ff. 1-6.
Publicado por F. Arroyo Ilera “División señorial de Aragón en el Siglo XV”.
(3)
Laliena, C. Sistema social, estructura agraria y organización del poder en el
Bajo Aragón en la Edad Media (siglos XII-XV), pág. 219.
(4)
A. SESMA y E. SARASA: Cortes del reino de Aragón. 1429: lista de fuegos de
algunos pueblos de Aragón, mandado elaborar por las Cortes de Valderrobres. Ed.
Anúbar. Valencia, 1976.
(5)
A.D.P.Z. Libros de cuentas del General del reino, 1489-1498 Leg. 774, fol. 14.
(6) A.D.P.Z.
Reg. de Actas de los Procesos de Cortes de Tarazona de 1495. Leg. 82. Fol.373
v-374
